Blogger news

Labels

martes, 29 de noviembre de 2016

De la gloria al drama. Chapecoense.

     Durante la noche del lunes el avión, de la compañía boliviana LaMia, que transportaba al heróico Chapecoense a tierras colombianas para disputar la final de la Copa Sudamericana ante Atlético Nacional se estrelló a la altura del municipio de La Ceja, cercano a su destino, la ciudad de Medellín. A bordo iban 81 personas; 22 futbolistas, 28 acompañantes y directivos, 22 periodistas y 9 miembros de la tripulación (pilotos y azafatas). De todos ellos, según el jefe de la Policía de Medellín, José Gerardo Acevedo, solo han sobrevivido 5 personas. En un principio fueron 6, pero uno de ellos ha fallecido. Según pasen las horas se irán identificando tanto las víctimas como los supervivientes. A esta hora de la mañana se sabe que de los tres supervivientes dos eran jugadores del equipo brasileño y una azafata, aunque hay que esperar a que fuentes oficiales brasileñas o colombianas comiencen a esclarecer datos sobre el accidente, ya que la información que se maneja ahora es mucha y muy variada, lo que solo puede provocar confusión y desinformación. Por eso desde La Cruceta, donde enviamos nuestro más humilde apoyo y ánimo al club brasileño y todas las personas afectadas por el accidente, vamos a respetar el honor de las víctimas y no dar ninguna información acerca de nombres hasta que no haya información oficial.

"En cuantas vidas yo viva, en todas te amaré". El mensaje
en Instagram de Cleber Santana, ex del Atlético, antes de despegar.
     Lo único que podemos hacer desde este humilde blog es hablar de los logros del club brasileño hasta encararse al que iba a ser el partido más importante de su historia. El Chapecoense estaba en 2009, apenas hace siete años, en la cuarta división del fútbol brasileño, logrando su ascenso meteórico a la primera división con una gran temporada en 2014, viviendo 35 años después, de sus 41 de historia. 20 victorias y 12 empates en 38 jornadas en segunda le dieron el ansiado ascenso. Siendo uno de los equipos que más animaba la competición, logró quedar tercero en el campeonato brasileño y conseguir su pase a la actual Copa Sudamericana. Competición en la que fue superando escollos de manera espectacular, en primera fase el Chapecoense se deshizo del Cuiabá, su rival brasileño, pese a caer por 1-0 en la ida, al vencer por 3-1 en el enfrentamiento de vuelta. Ya en la ronda de octavos de final, los brasileños eliminaron en la tanda de penaltis al todopoderoso argentino Independiente de Avellaneda. Empataron ambos encuentros a cero y se impusieron en la tanda de penaltis (5-4). En cuartos de final, el Chapecoense levantó el 1-0 del Junior colombiano en el partido de ida con un 3-0 como local en la vuelta. Los brasileños completaron la hazaña al eliminar a otro histórico argentino en semifinales, al San Lorenzo de Almagro, después de empatar en territorio argentino por 1-1 y aguantar el 0-0 en la vuelta, en Brasil. 


Así celebraba el pase a la histórica y ansiada final.

    Se preparaba para viajar a Colombia a disputar la ida de esta histórica ronda para el club, la final de la Copa Sudamericana. Toda una épica para un humilde club como el Chapecoense. Una auténtica desgracia para los brasileños que con su esfuerzo y el apoyo de una gran afición había logrado lo que parecía impensable. Se seguirán llevando a cabo labores de rescate y se irá actualizando la información acerca de los supervivientes. Esperemos que sean los más posibles.

     Estos son los nueve futbolistas que ni fueron convocados para este partido: Martinuccio, Nemén, Rafa Lima, MBoeck, Demerson, Nivaldo, Moisés, Hyoran y Andrei.




Força Chapeco.

sábado, 26 de noviembre de 2016

Se mereció más


    Por primera vez esta temporada el Sporting alineó una línea de cinco en defensa muy clara para tratar de frenar las ofensivas merengues. Sin embargo el conjunto gijonés disputó uno de los partidos más serios de la temporada. Con un arranque muy prometedor venciendo en El Molinón al Athletic o a rivales directos como el Leganés, lo cierto es que la última racha de derrotas - 8 derrotas y 2 empates en los últimos 10 partidos - deja al Sporting en una situación de descenso y con un Pitu Abelardo muy discutido por algunos aficionados, aunque su situación no parece peligrar. Con partidos donde jugó mejor que su rival, y otros partidos desastrosos en defensa, sea como fuere el conjunto de la capital de la costa verde era incapaz de obtener los tres puntos y cambiar esta pésima dinámica. Hoy tampoco parecía el día para esto, aunque no sería la primera heroicidad de los gijoneses en Chamartín. Sin ir más lejos hace cinco años el equipo dirigido por Manolo Preciado rompía la racha de imbatibilidad de Mourinho a domicilio. Pero los tiempos han cambiado mucho.


El Sporting con defensa de 5, con Douglas saliendo (en falta a Cristiano)
y Carmona y Moi Gómez volviendo de la presión.
     En la tarde de hoy los fallos defensivos del Sporting se pagaron muy caros, además porque fueron en los primeros instantes de partido. Un penalti absurdo, pero riguroso, completamente evitable, sobre un Lucas Vázquez que salía hacia fuera del área y se alejaba de la zona de peligro, puso en ventaja al Real Madrid. Un Real Madrid que, tras un fallo en la marca al lanzamiento de un córner tuvo en Cristiano Ronaldo una clarísima ocasión que unos minutos más tarde, en un error similar, no desaprovechó. Con Amorebieta defendiendo a 4,5 metros del portugués, el zaguero central dejó en bandeja el gol al luso que remató a la altura del punto de penalti, imposible para Mariño, una situación bastante difícil de explicar especialmente en una defensa de cinco con tres centrales. Del Real Madrid no vimos más en toda la primera parte. Intentó algunas incursiones a través de contraataques por los extremos, ya que el Sporting era el que manejaba la pelota y trataba de llegar sin mucho éxito al área de Keylor Navas, hasta el momento del buen gol de Carmona. En la segunda parte esto se acentuó, hasta el punto que el Sporting dispuso de un penalti fallado por Cop que hubiera supuesto el empate a dos ante un impasible Real Madrid. Lo cierto es que de entrar ese penalti no hubiera sido nada injusto para lo visto durante el partido.

     El Sporting era capaz de hacer circular el balón de una banda a otra, y según pasaban los minutos el conjunto gijonés iba ganando en confianza y acumulando hombres arriba, con el propio Amorebieta descolgándose más y con Moi Gómez y Carmona - continuado por Víctor Rodríguez y Viguera - con mucha libertad para moverse en tres cuartos y encontrar los espacios en una línea poco - y mal - cubierta por el Madrid.


Defensa de cuatro del Sporting con Amorebieta adelantado
por la presión arriba de Sergio.
     Los gijoneses se mostraron muy ordenados, con un 5-4-1 muy claro en defensa, descolgándose muchas veces en una especie de 4-4-2 "ficticio" para frenar el juego interior madridista, con Amorebieta siendo el central que se adelantaba unos metros para evitar que los blancos se diesen la vuelta en tres cuartos y con Sergio Álvarez o Carmona adelantándose también para presionar la salida merengue, con especial vigilancia sobre Modric, el hombre más importante en la elaboración del Real Madrid, como ya es sabido. Lo cierto es que a pesar de formar con defensa de cinco bastante retrasada y una presión ligeramente alta pero no muy intensa en campo rival, no más que lo que podía estorbar Cop para no desordenarse atrás, no se puede decir que el Sporting saliese a encerrarse atrás en el Bernabéu. Jugó mejor que el Madrid, tuvo mejor el balón en sus pies, llegando con más decisión al área rival, a pesar de que las estadísticas muestren lo contrario - más posesión y disparos entre los tres palos para el Madrid -. Dos errores condenaron a un Sporting que mereció más. La típica efectividad de un grande, principalmente característica además en el Real Madrid, fue suficiente para sumar tres puntos más. Para algunos es muy fácil. Mientras, otros, tienen que trabajarlo mucho más y a veces, como en esta ocasión, sin éxito. Los errores se pagan muy caro, y es lo que hay que tratar de evitar. Mantener la continuidad, sea con este sistema o en el 4-2-3-1 que ya era habitual o el 4-4-2 que estuvo probando los últimos partidos, será clave para que el Sporting trate de remontar el vuelo. Jugando como hoy ganaría la mayoría de encuentros, eso seguro.

La importancia de la buena presión



     El miércoles pudimos ver un partido que fácilmente nos podríamos encontrar en una ronda de octavos de la Champions League. Pero en este caso el partido de la jornada fue de grupos. Arsenal y PSG se jugaban en su duelo particular la primera posición del grupo A. Con el 1-1 de París este 2-2 le sirve para tener ventaja de cara a la última jornada para ocupar ese puesto a los de Unai Emery. Con un guión de partido bastante similar a lo que pudimos ver en el encuentro de ida, se notaba en ambos equipos la tensión de lo que había en juego, no como en su anterior enfrentamiento. Sin embargo podíamos ver también a un equipo de Emery mucho más rodado que en aquella cita parisina, mientras en Wenger retornaba la idea de Giroud en punta desplazando a Alexis a la banda mientras por la otra reaparecía el joven Iwobi.

Onces iniciales Arsenal - PSG
     Mientras ambos equipos se peleaban por mantener la posesión, una disputa que en la primera parte iban ganando los parisinos, la clave en el juego de ambos fue la presión. Los dos conjuntos se estaban midiendo de igual a igual, trataban de mantener una elevada posesión a un ritmo medio de combinación, con una línea defensiva alta y una presión elevada que empezaba en el área rival. Ese quizás era el rasgo distintivo de ambos equipos. Durante todo el partido la posesión se iba repartiendo por momentos como es lógico, ya que es un elemento de suma cero, cuando un equipo tiene el balón, el otro no puede tenerlo. Sin embargo la presión no es excluyente. Ambos pueden hacer una presión alta para tratar de dificultar el movimiento de la pelota y tapar las líneas de pase al medio del campo rival. Superar la primera línea de presión del equipo rival era el primer paso para elaborar una peligrosa acción ofensiva, ya que una vez el balón llegaba a los hombres de calidad en el pivote, Ramsey para los londinenses y Verratti para los parisinos, los equipos ya habrían sorteado a tres o cuatro hombres que estaban ejerciendo la presión.

Presión elevada del Arsenal cuyo robo permite provocar el penalti del 1-0
Esto sumado a la capacidad de jugar de manera vertical de los hombres de arriba de ambos equipos provocaba que se combinasen momentos de largas posesiones con jugadas mucho más rápidas y frenéticas lideradas por Alexis o Di María.

     Aun con todos los matices en el juego, con ambos equipos desplegando el mismo tipo de fútbol, la presión eficaz era lo lo que más ventaja le daba de ganar a uno de ellos. El que mejor presionase la salida al rival, ganaría. Finalmente el empate puede demostrar que ambos ejercieron igual de bien la presión desde su delantera, pero lo cierto es que no fue el factor trascendente para que uno de los dos equipos fuese superior, sino que lo fue para que el partido se desarrollase de esa manera.

Invicto e indeciso



     En anteriores artículos, hablando sobre el Oporto - Benfica, ya destacábamos la increíble racha del equipo lisboeta ante equipos portugueses - lleva desde febrero sin perder un partido contra un conjunto de su país - pero la cosa no se queda ahí, en lo que va de temporada, sumando los cinco partidos de Champions las águilas solo han perdido un encuentro en San Paolo ante el Napoli. Este miércoles afrontaba un difícil e importante encuentro en Estambul ante el Besiktas. Sin embargo con el 0-3 a favor en el marcador en el minuto 30 hacía creer que quizás la victoria no iba a ser tan complicada. Nada más lejos de la realidad. La relajación del conjunto dirigido por Rui Vitória se fue reflejando también en la disposición táctica, lo que ayudó al resurgimiento de un Besiktas guiado por la creatividad de Quaresma y la pasión del público del Vodafone Arena.

     Los portugueses comenzaron el partido con una disposición táctica en fase defensiva de      4-3-3 con una alta presión que empezaba con Franco Cervi, Mitroglou y Gonçalo Guedes mientras en la línea de tres más próxima Pizzi, el ex del Atleti, se descolgaba más que Fejsa y Salvio para romper las líneas interiores de pase en salida y obligar a salir por fuera a los turcos. Ya en la segunda parte, tras encajar un gol y reducirse su ventaja a dos tantos, el Benfica retrasa las líneas, cosa que fue haciendo con el paso de los minutos hasta el empate final, y comienza a defender con una línea de cuatro en el medio campo, con un   4-4-2 o 4-4-1-1 según la presión sobre la defensa otomana, con la única modificación de Rafa Silva que ocupaba el puesto de Cervi por el flanco izquierdo, con Salvio ahora escorado a la derecha y Pizzi en doble pivote junto a Fejsa.
El Besiktas cada vez llegaba más al área lisboeta, y mientras los lusos retrasasen aún más su línea más favorecían este hecho. La entrada de Samaris por Gonçalo Guedes, con vistas a reforzar el poderío aéreo en defensa, así lo fundamentaba. El Benfica comenzó a acumular hombres en torno a su propia área y replegándose para defender los balones aéreos que colgaban desde las bandas turcas buscando a Aboubakar. Fruto de esta relajación mental y también de la presión turca llega un penalti absurdo que metía por completo en el partido a los otomanos y a su afición. Con el estadio ya rugiendo y continuando con la dinámica de los últimos minutos, el Besiktas siguió asediando el área portuguesa que no hacía más que defender, con Mitroglou primero y con Jiménez después como único hombre adelantado, al que buscaban con balones largos imposibles que más bien eran despejes, lo que estaba por llegar se veía venir. Y tuvo que ser a raíz de una genialidad de Quaresma. Un lujo en forma de rabona que muy pocos tendrían las agallas, y la calidad claro, para hacerlo en esa situación de partido. Minuto 88, una caldera como estadio y una remontada en el horizonte como caldo de cultivo. Y a Ricardo se le ocurre eso. El lazo perfecto para una remontada merecida por el esfuerzo de los turcos y las facilidades que los portugueses otorgaron para que fuera posible. La relajación en lo anímico, y el progresivo cambio táctico en busca de tratar de aguantar una ventaja que era suficiente, terminó por ceder un punto que deja la última jornada del grupo C al rojo vivo. El Benfica seguirá prácticamente invicto, pero partidos como este pueden llevar a la indecisión.


lunes, 7 de noviembre de 2016

Mucho más que un nueve

    
     En la tarde de ayer el Oporto estuvo a punto de romper la racha de su máximo rival, el Benfica, que lleva sin perder ante un equipo portugués desde el mes de febrero. Sin embargo un gol del central argentino Lisandro López en el descuento dejó a todos los portuenses con la miel en los labios y los mantuvo por debajo en la clasificación a cinco puntos del liderato. A pesar de no ser uno de los nombres propios en la lista de goleadores, el nueve del Oporto fue uno de los jugadores más destacados del encuentro y, casualmente, en la faceta sin balón. Un '9' al uso suele ser un jugador muy cercano al área, un rematador puro que interviene poco en la elaboración de la jugada. Sin embargo en los últimos tiempos jugar de nueve ya no supone ser un nueve. Como ocurre con los extremos a pierna natural ganando línea de fondo, pocos jugadores con ese perfil quedan en el panorama europeo. Y es que el propio André Silva no lleva ni siquiera el dorsal 9, sino el 10. Lo que tampoco supone que posea esas características.

     En el sistema táctico de Nuno Espíritu Santo en Do Dragao se podía apreciar claramente una disposición con balón de 4-3-3, con Diogo Jota, el joven de 19 años cedido por el Atlético de Madrid, que consiguió el gol para su equipo, ocupando el flanco izquierdo y poniendo en serios problemas a la defensa lisboeta, mientras el mexicano Corona subía por la banda derecha y el centro del ataque lo dirigía nuestro protagonista, André Silva, que realizó un gran trabajo en el día de su 21 cumpleaños. El canterano del Oporto se mostró muy activo en la zona de tres cuartos. Sus movimientos generaban los espacios suficientes para dotar de la movilidad necesaria para que Jota y Corona se movieran con libertad entre sus carriles exteriores y la zona interior. Una movilidad que provocó desconcierto en Lindelöf y el propio Lisandro López. La capacidad de Silva para retroceder unos metros y jugar rápido de cara generando espacios a su espalda y abriendo a las bandas cuando más le convenía a su equipo fue crucial. No solo esto, sino que también se le veía caer a bandas e intercambiarse los roles con los extremos dragoes, haciendo que muchas veces, a raíz de sus caídas a la línea de cal, la principal baza ofensiva del Oporto pasara por su perfil izquierdo, con la capacidad de Diego Jota para desbordar, la calidad de Óliver Torres, que ocupaba ese flanco jugando como interior, y las subidas permanentes del ex de Galatasaray Alex Telles. Nelsinho acabó sufriendo un verdadero quebradero de cabeza, con los pocos apoyos de Salvio en esa banda y con un doble pivote -Pizzi / Samaris- que se vio totalmente desbordado, el equipo de Nuno tuvo una gran oportunidad de llevarse la victoria. Sin embargo su poco acierto de cara a puerta, con un Ederson que estuvo bastante acertado, a pesar de que en el gol se le puede atribuir algo de culpa, y sus dificultades para finalizar las jugadas permitió al Benfica llegar con vida a los minutos finales y conseguir sacar un valioso punto para seguir dirigidos a la consecución de la Liga NOS.

     Lo cierto es que André Silva tiene buenos registros goleadores esta temporada, y es que lleva 7 goles y dos asistencias en los 10 encuentros que ha disputado, por lo que no es únicamente su faceta sin balón lo más destacado del portugués, sino que también contribuye en faceta goleadora a su equipo, por lo que aunque ante el Benfica no lo hayamos podido comprobar, no solo es un jugador móvil y generador, sino que también tiene olfato y características de un nueve puro. André Silva no es solo un nueve, es mucho más que un nueve.

domingo, 23 de octubre de 2016

¿Defensa de tres o de cuatro?

  

   Al analista más puro de fútbol, que desmenuza las tácticas de aquellos equipos que ve competir, ya sea por trabajo propio para su club o para el periodista que tenga tal encargo o afición, le encanta ver los partidos de Pep Guardiola. Eso es innegable. Más allá del estilo, la forma o la brillantez de ese partido, ver por dónde te puede salir cualquier equipo del de Santpedor es todo un enigma. Y ese aura de misterio hace que sea muy atractivo analizar la estructura y variación de los esquemas de los equipos de Pep. En el Bayern fue quizás su etapa más pletórica en este sentido, tal profundidad de plantilla y tanto jugador versátil y vistoso hacían que cada semana en el Allianz hubiera que adivinar previo al partido, mirando el once solo con nombres, qué esquema iba a utilizar. Ni el comentarista más experto en la materia se libraba de empezar la retransmisión con un "pues yo creo que parte con una línea de 3/4 atrás con x jugador situándose de interior.." y un largo etcétera. Un par de minutos de inicio de partido que suele servir para situar contextualmente a los equipos que pisan el césped, utilizados como una clase de introducción a la táctica práctica tratando de predecir con su primera predisposición cuál es el sistema o dibujo del once de Guardiola. Y no siempre acertaban.

   Obviamente el fútbol es un juego en el que las piezas van variando indistintamente a lo largo de los minutos. No es un deporte estático. Un equipo no empieza con un 4-4-2 y lo mantiene todo el partido, ni siquiera en todas las fases del encuentro, por eso analizar el trabajo táctico centrándose en un mero análisis a un 4-4-2 o cualquier sistema se vuelve muy simplista y erróneo. Hay entrenadores más proclives al movimiento de piezas, incluso para una mera transición ataque-defensa, mientras otros se mantienen más fijos en sus ideas iniciales, pero siempre con matices. Para el que piense que el fútbol, por ser un deporte tan arraigado entre la gente, es un juego fácil de analizar, se equivoca.

Disposición del City en defensa
   Estas últimas semanas, sobre todo con el pretexto de la vuelta de Pep al Camp Nou y el experimento de Luis Enrique ante el Deportivo, permitió a la prensa deportiva especular sobre si ambos saldrían con defensa de tres, de cuatro o cómo. Finalmente se mostraron más conservadores respecto a la época actual con dibujos más estándares de cuatro reconocibles. Aun así como ya dijimos el fútbol es un deporte móvil. Y eso lo pudimos comprobar esta tarde en Manchester.

   Hoy el equipo de Pep salió en el Etihad ante un ordenado Southampton de Puel con una defensa, de nuevo, algo peculiar. Todo apuntaba a que se trataba de tres centrales; Kolarov sector izquierdo, Kompany por el centro y Stones escorado a la derecha. Y sin carrileros al uso. Pero nada más lejos de la realidad. El que parecía ser el plan inicial, especulando como se suele hacer con los equipos de Pep, es el que ya empezó a tomar forma en la segunda mitad, cuando el City empezó a volcarse por la desventaja en el marcador, algo que permitió ver de manera más fehaciente cuál era la idea de Guardiola. Fernandinho ocupaba el puesto de pivote, iniciando la jugada y dando salida para que Gündogan o Silva por el carril interior, o Sané y Sterling abriendo el campo pudieran recibir y generar el peligro a partir de combinaciones desde tres cuartos. Todo esto es cierto, y concuerda con la idea de los tres centrales, sin embargo tampoco es verdad. Tranquilos, no es verdad al cien por cien. 
Disposición del City en ataque
Podemos decir que es una verdad a medias. Y es que cuando el City se encargaba de atacar esta era la disposición, mucho más fácil de ver en la primera mitad, cuando el equipo citizen trenzaba más sus jugadas de ataque basándose en la posesión y la presencia en el campo rival. Ya en la segunda parte y buscando desesperadamente los tres puntos el juego se volvió mucho más vertical y precipitado, con Pep incorporando hombres de ataque desde el banquillo, pero también en esta segunda parte pudimos ver, por unos minutos, el verdadero plan de Guardiola en fase defensiva. La idea de los tres centrales se desvanecía cuando podíamos ver a Fernandinho pegarse largas carreras, aun con la hora de partido cumplida, por recuperar la posición de central cuando el Southampton se lanzaba al ataque, pasando a ocupar Kolarov el lateral izquierdo y Stones el derecho. Seguramente en la primera parte esto no le salió tan bien por los metros a la espalda que dejaba Fernandinho y lo que le costaba recuperar una posición que no estaba ocupando, algo que a cualquier jugador le costaría como es lógico. Según discurrían los minutos más claro era este hecho, pero por exigencias del guión el dibujo de Pep se fue modificado hasta el límite por la búsqueda del gol que les diera la victoria. La entrada de Navas por Kompany, pasando al sevillano al lateral derecho en las dos únicas oportunidades que tuvo el City de defender por ese costado y empujando en cierta manera a Sterling hacia el centro cuando atacaban, aunque con tanta libertad y fluidez que podíamos ver a todo el Southampton en su área y a 7-8 jugadores Sky Blues rondando la portería rival, importando poco ya el sistema defensivo.

   Ningún partido puede ser desmenuzado al milímetro, ni tampoco se puede decir que por ver a un equipo con tres o cuatro defensas en determinados momentos hacen que esté probando algo nuevo de cara a una prueba mayor. Ya dijo Luis Enrique lo que pretendía con sus tres defensas ante un determinado equipo como el Deportivo. Depende del partido veremos al City, al Barcelona o a cualquiera, según sus recursos disponibles, jugar con un sistema más cerrado o abierto a la imaginación. Y Guardiola es experto en esas lides. Pep no juega con tres defensas o con cuatro, lo hace con ambos.

lunes, 26 de septiembre de 2016

Portada 14 - 26 Septiembre

Verticalidad anti Conte


     Tan solo 45 minutos le bastaron al Arsenal para decantar el partido ante sus vecinos de Londres. Aunque lo cierto es que el Chelsea no fue capaz de inquietar la portería de Cech hasta el minuto 83, cuando llegó el primer remate a puerta blue. Lo que evidencia que el buen hacer, sobre todo de su pareja de centrales Koscielny - Mustafi, se mantuvo constante durante todo el partido. Ambos volvieron loco a Diego Costa que se mostró impotente para generar peligro en área contraria. El Arsenal arrancó con muchas dudas en esta Premier con una derrota inicial ante el Liverpool de Klopp en un partido loco y que dejó una mala imagen del equipo gunner, seguido de un empate ante el vigente campeón, el Leicester de Ranieri. Sin embargo los de Wenger llevan desde entonces una racha de cuatro partidos ganados de forma consecutiva. Y es que el Arsenal, por juego y resultados, vuelven a ilusionar a muchos aficionados en cuanto a las opciones del equipo de cara al campeonato. Algo que se convierte ya en un habitual temporada tras temporada, ilusión inicial, buen juego que achacan las críticas a Wenger, y un final de año que termina devolviendo a la realidad a los aficionados gunner, un equipo eliminado en octavos/cuartos de Champions y sin opciones en Premier League que vuelven a alimentar las críticas sobre el técnico alsaciano.

> Como bien analiza Miguel Quintana en su artículo de

 Ecos del balón 'Ese partido del Arsenal'. <
http://www.ecosdelbalon.com/2016/09/goleada-arsenal-ante-chelsea-gran-partido-iwobi/


        El Arsenal salió al césped del Emirates con el planteamiento habitual, con Coquelin y Cazorla en el mediocampo, Walcott e Iwobi en los extremos y Alexis ocupando otra vez el puesto de nueve, algo que hasta ahora le ha dado buen resultado a Arsène. Los del norte de Londres practicaron el fútbol combinativo habitual, con un Bellerín muy activo en ataque, aprovechando los espacios que se generaban en el flanco izquierdo del Chelsea por los movimientos hacia dentro de los hombres de banda, Walcott e Iwobi, que fueron un enlace fundamental en la creación del Arsenal entre los hombres de mediocampo y la delantera. La presión alta propició muchos errores en una defensa imprecisa blue, patente en el error de Cahill que permitió abrir el marcador, y permitió a los gunners jugar a la contra y con verticalidad, algo que con la velocidad y criterio con el balón de sus hombres más adelantados, permitió muchas opciones de superioridad ante un Chelsea que se vio desbordado. Bellerín, Iwobi, Özil y Alexis estuvieron superlativos y consiguieron decidir el partido en apenas la primera parte. 

       Ya en la segunda el Chelsea se soltó un poco más, con cambio de esquema incluido, y es que Conte decidió apostar por un 3-4-3 con dos carrileros y tres centrales para poder cerrar todos los espacios que los movimientos de los cuatro de arriba gunners generaban, sacando del campo a un Cesc Fábregas que se había ganado su primera titularidad tras ser decisivo en varios encuentros previos en los minutos finales y aprovechando muy bien su oportunidad entre semana con un doblete ante el Leicester en la EFL Cup. Esto cimentó el trabajo defensivo de un Chelsea con poca garra y agresividad, exceptuando a Kanté, pero siguió siendo incapaz de intimidar a la defensa gunner.

      Probablemente haya sido el mejor partido del Arsenal en lo que va de temporada y uno de los más cómodos que se recuerdan en un derbi londinense contra los blues, pero esto no supone que la tónica vaya a ser siempre ésta. Las expectativas con este equipo deben mantenerse constantes y con los pies en la tierra, si esto no es así, podríamos llevarnos la enésima decepción. Mejor no contar con nada y esperar que nos puedan sorprender al fin. Difícil, sobre todo con el estado de forma del City de Guardiola.

Portada 13 - 25 Septiembre

domingo, 18 de septiembre de 2016

Algo pasa en Manchester



       El United pasa ocho días verdaderamente improductivos. Desde 2002 Mourinho no perdía tres partidos seguidos cuando entrenaba al Oporto, dos de ellos frente al Real Madrid. Han pasado 14 años desde aquello. Sobra decir que todo ha cambiado mucho, y el fútbol no iba a ser menos. Pero en apenas una semana, tras perder el derby de Machester frente al City de Pep, el equipo parece que está pagando muy caros sus errores defensivos, propiciados más por un sistema que apoyado en hombres desacertados que en errores puntuales o estados de forma. El planteamiento del portugués en Vicarage Road fue un 4-3-3 que ya lleva empleando desde el segundo tiempo del derby de Manchester a esta parte, coincidiendo con la pésima racha en la que están involucrados, a su vez con la ausencia de Mata en el terreno de juego, como curiosidad.

        El gran déficit del conjunto red devil es en defensa, aunque la producción ofensiva también se encuentra bastante limitada, lo cierto es que hasta ahora los aciertos en forma de individualidades de sus hombres de más talento y definición permitió a los de Mou comenzar la Premier con buen ritmo, pero con un fútbol que dejaba muchas sombras tras de sí. Solo era cuestión de tiempo que los resultados se volviesen en su contra, aunque todos vemos sobradamente capacitado al portugués para encontrar los errores y subsanarlos antes de que fuera tarde. Sin embargo tras estos resultados hay muchas lupas puestas sobre el juego del United, y no es para menos. El fichaje más caro de la historia entre sus filas este mismo verano, un entrenador consagrado e idolatrado como encargado de devolver a la gloria a un histórico club que tiene una plantilla como para pelear la Premier League o, al menos, mejorar las actuaciones de los últimos años.

       Muchos análisis se centran sobre Fellaini. El belga ocupa la posición de pivote en el sistema de 4-3-3 de Mourinho, una posición que no favorece mucho a sus cualidades, ya que no es un consumado recuperador de balones. Sin embargo su papel fundamental está siendo el de incrustarse entre los centrales para controlar el juego aéreo y debilitar el juego directo de los rivales, algo a lo que el United obliga dada su alta presión por los cinco hombres más adelantados. Esto es lo que genera uno de los grandes problemas de este Manchester, el enorme espacio que se genera entre la línea de presión (Rooney, Pogba, Martial, Rashford e Ibra en el día de hoy) y la línea defensiva con Fellaini como eje central. Esto provoca graves problemas en salida de balón, dada la escasa cobertura y cercanía de los interiores al pivote y también a la hora de defender las segundas jugadas rivales, ya que cualquier balón que se quede a unos metros de la frontal del área propia caerá en pies de atacantes contrarios prácticamente en todas las ocasioes, como ocurrió hoy especialmente con Pereyra y Capoue. Si el United sigue aplicando esta fórmula de juego, debe corregir el espacio entre estas líneas, así como de dotar de mayor fluidez en el movimiento de balón, que se atasca bastante cuando llegan a tres cuartos, solo con Rashford como hombre atrevido que mantiene constante el ritmo de juego y lo eleva a su antojo. El United posee buenos hombres definidos para ese puesto, como son Carrick o Schneiderlin, Ander Herrera incluido, pero no están entrando en los planes del portugués. Rooney bastante desacertado también en el juego como interior, al igual que en la temporada pasada o en la Eurocopa con Inglaterra, hacen que nos dé qué pensar sobre lo que le estará rondando por la cabeza a Mourinho. Hombres para manejar la pelota tiene, pero si éste no es su plan, debe ir corrigiendo los automatismos que están llevando a su equipo a sumar tres derrotas consecutivas y de estar ya a 6 puntos en 5 partidos de los Citizens.

jueves, 15 de septiembre de 2016

Un portero no solo juega con las manos



          Lo raro tras una goleada de esta magnitud es hablar del portero que salió ganador. Y lo cierto es que sus apariciones y su trabajo fueron escasos durante la noche del martes. Apenas dos tiros a puerta de un débil Celtic. Sin embargo sobre Ter Stegen planean muchas dudas por parte de aficionados y periodistas por su estilo de juego como guardameta. Es joven, se sabe que promete y que características tiene para ser uno de los grandes porteros en el panorama europeo en los próximos años. Sin embargo esa escuela alemana de portero-jugador al más puro estilo Neuer, establecido como estandarte de esta rama moderna de porteros, siembra muchas dudas por las nuevas características del guardameta de hoy. Muchos entrenadores siempre fueron reticentes a ceder el balón jugado al portero por los riesgos que ello conlleva; sucumbir a la presión rival, fallar en un control, un rebote al despejar que acaba dentro.. por eso lo típico que se solía enseñar a un defensa en este aspecto era: "si le vas a pasar el balón al portero, apunta siempre hacia fuera de la portería", obligando al arquero a situarse siempre, por costumbre o decreto, a unos metros de sus palos para recibir el balón.  Aunque pifias y goles para ver unas cuantas veces tenemos en Youtube de este estilo. Por el contrario con Ter Stegen la cosa prácticamente es al revés y desde que Luis Enrique lo ha puesto en el once titular este año en la Liga Santander lo hemos podido ver. En San Mamés sus estadísticas fueron de otra especie, de récord. 51 pases buenos de 62 intentados. Pero visto en perspectiva asombra mucho más: el alemán dio más pases que todos los jugadores del Athletic y que los hombres encargados de organizar el juego ofensivo del Barcelona, Messi, Rakitic, Denis o Arda. A pesar de todo, esto genera muchas dudas entre algunos ya que no todos los pases son perfectos, todos erran, pero en el caso de un portero las consecuencias pueden ser devastadoras. Y en un caso así pudo ser. El alemán erró un pase que fue directo a las botas de Beñat que a punto estuvo de poner el 1-0 en el marcador y el partido cuesta arriba a los blaugranas, aunque el arquero pudo sacar el balón. Al margen del récord, esto es lo que genera más comentario entre los espectadores, ya que aún no estamos acostumbrados a ese tipo de portero.

         Como además Ter Stegen tiene 24 años y aún el público general no le ha podido ver una temporada completa, excepto los consumidores habituales de Bundesliga, también se tienen muchas dudas sobre su nivel actual, ya que con cartel de portero prometedor ya aterrizó en Barcelona, pero con mucho por demostrar. Esta será la temporada de su confirmación tras la marcha de Claudio Bravo al Manchester City de Guardiola. Ya recuperado de su lesión y su exhibición con los pies en San Mamés, llegó el partido de Champions frente al Celtic, el cual se presumía bastante cómodo y donde el portero tendría poco protagonismo, finalmente fue así, pero en el minuto 24 con el 1-0 en el marcador para los culés Ter Stegen se volvió protagonista. Cometió un penalti claro a favor de los escoceses, lo que hizo revolotear por el Camp Nou todas esas dudas sobre su nivel y su rendimiento. Sin embargo se mostró portentoso bajo los palos, presionando al delantero Dembélé y aguantando más que el joven francés para acabar sacando una buena parada y evitando un incómodo empate que pondría muchos ojos sobre él. El fútbol da muchas vueltas y en apenas un minuto Ter Stegen pasó de villano con toda la sombra de dudas que arrastra en un hombre en el que confiar con la misma confianza que él afronta un penalti en Champions League. No sólo es bueno con los pies, excelente, es buen portero y ahora lo demostrará. Las dudas irán desapareciendo, pero su juego no va a cambiar. Seguirá infartando a más de un culé algún que otro fin de semana cuando tenga el balón en los pies, es normal, pero su tranquilidad y solvencia es un extra que muchos porteros que también juegan por abajo no controlan de tal manera. Sus paradas y sus pases serán para disfrutarlos en lugar de dudar sobre ellos.

domingo, 11 de septiembre de 2016

El Sporting necesita oxígeno




          El Sporting se ha conseguido una sufrida victoria, como suele ser habitual, esta mañana en El Molinón ante un recién ascendido Leganés. Que el conjunto rojiblanco sufra para sumar los tres puntos es algo a lo que están acostumbrados los aficionados asturianos, sin embargo, vista la primera parte de los gijoneses, todo hacía presagiar que el encuentro podría ir por otros derroteros. En el primer tiempo el Sporting se mostró muy fluido y cómodo con el balón. La movilidad y acierto de la línea de tres mediapuntas Burgui-Moi-Victor, ayudada con el buen juego de espaldas y asociativo del croata Cop, generaban todo el peligro ofensivo que desbordaba a la defensa del Leganés, que tampoco era capaz de ser peligroso en defensa con Babin y sobre todo Amorebieta defendiendo con atino todo balón que se acercaba al área gijonesa. Era el momento de dulce para el Sporting cuando el árbitro señaló el final de la primera parte. Una ventaja de dos goles que hacía justicia a lo que se había visto en el terreno de juego.

        Sin embargo en la segunda parte el guión cambió por completo. El Leganés fue capaz de ir trenzando mejores combinaciones en ataque y el Sporting en lugar de asentarse con el balón y controlar los tiempos de partido manejando la posesión, siguió haciendo uso de ese juego directo y abierto que tan buen resultado le había dado en los 45 primeros minutos. Esto favoreció a los madrileños que, con la entrada de Darwin Machís y sobre todo de un excelente Omar Ramos, empezaron a acercarse con mucho peligro por fuera al área del Sporting. Así fue como llegó el primer gol, en una jugada con mucho espacio para el Lega, donde las marcas estaban muy justas, Omar terminó encontrando en el lateral del área al lateral izquierdo, Diego Rico, que generó y aprovechó ese espacio para batir a Cuéllar. Es en este punto en el que uno se da cuenta que el 4-2-3-1 al que nos tiene acostumbrados el Pitu Abelardo desde que cogió las riendas del equipo, a caballo entre su otro sistema fetiche, el 4-4-2, funciona muy bien para producir ventajas en ataque y tener un caudal ofensivo mucho mayor que en la temporada pasada. Sin embargo en la segunda parte había muchos metros entre los hombres de banda y los laterales, lo que propició que las subidas de Rico y de Víctor Díaz, acompañados de dos jugadores frescos y eléctricos como Omar Ramos y Machís, hicieran mucho daño a la defensa rojiblanca, que no llegaba a tiempo a las coberturas y que dejaba muchos espacios para los extremos pepineros. Abelardo se dio cuenta de esta circunstancia y decidió dar entrada a Viguera en lugar de Burgui. Así el Sporting pasaba a un 4-4-2 más puro, con sus bandas mucho más cerca de los laterales y ayudando al conjunto gijonés mostrarse más sólido como bloque, dando entrada más tarde a Lora por banda derecha para jugar con un doble lateral, al más puro estilo Unai Emery. Esto no eximió a los sportinguistas de sufrir, y es que la dinámica del partido ya llevaba a eso, un Leganés volcado ante un Sporting que se había encerrado atrás con el objetivo de mantener la victoria en casa.

        Al final lo consiguieron. Los tres puntos se quedaron en El Molinón y dejan al Sporting tercero con siete puntos de nueve posibles. Pero este partido nos dejó ver cómo hay ciertas cosas que el conjunto gijonés debe mejorar si no quiere sufrir jornada tras jornada para sumar puntos. Ya pasó algo parecido en la primera jornada en casa ante el Athletic. Y es que Abelardo debe entender que su plan inicial es perfecto, sus cuatro hombres de ataque pueden dar muchas alegrías a la parroquia sportinguista, pero con el resultado a favor y los rivales buscando el área rival con más ahínco el Sporting necesita oxígeno. Debe recorrer menos metros en transición y vasculación defensiva, o pasarán muchos apuros como en la mañana de hoy. El 4-4-2 cuando el rival te hace más daño por fuera o probar con un trivote en el medio del campo con Rachid o Xavi Torres como revulsivos cuando su juego se base en moverse por dentro, obligándoles a salir a banda, son las soluciones que puede manejar el técnico gijonés para tratar de controlar más los partidos en el tramo final y mostrarse más sólidos atrás para no pasar apuros cuando estén con ventaja en el marcador.

sábado, 10 de septiembre de 2016

El City Silva, pero no baila

           

            El nuevo proyecto de Pep Guardiola en tierras inglesas tenía por delante en la tarde de hoy su desafío más importante hasta la fecha, de todos aquellos grandes partidos que vendrán. No solo se enfrentaba a Mou, ni tampoco al otro favorito para alzarse con la Premier según los analistas, sino que se trataba de un derby de Manchester y a domicilio. El partido nos deparó un ritmo muy elevado, algo no habitual en los equipos del de Santpedor pero que por el momento su juego esta siendo muy "inglés". Muchos detalles tácticos como se cabría esperar en un duelo entre los dos entrenadores más reputados de los últimos años, ambos en busca de volver a reinar en Europa. El Manchester City salió con un planteamiento ya habitual, Fernandinho cubriendo las espaldas de los dos hombres más destacados hoy en Old Trafford, De Bruyne y Silva, y esto no es casual. La labor del brasileño por detrás como único mediocentro puro y los apoyos de los laterales que en salida ocupan casi posiciones de interior, dejan mucha libertad de movimientos a los dos jugadores más dotados del equipo cuando tienen el balón en los pies. El equipo bailó al son de Silva y firmó una primera parte espectacular, donde solo un error de Claudio Bravo, estorbado por su compañero Stones, a la salida de una falta lateral permitió a los red devils mantener vivo un encuentro que en la segunda parte sería aún más frenético, algo que a Guardiola no le gusta en general, y menos a cualquier otro técnico cuando va por delante en el marcador.

           Este Manchester City está desplegando un fútbol de alto nivel, y es que ofensivamente todos sus hombres se encuentran en un momento de forma dulce; Silva, Sterling, Nolito, De Bruyne, Agüero.. sin embargo le está costando mucho controlar los partidos y ser capaces de cerrarlos con solvencia. Esta verticalidad ofensiva, a la que no nos tenía acostumbrados el bueno de Pep le está generando una gran producción anotadora, pero esto no significa que acabe sufriendo durante muchos minutos de los encuentros. Esto sucede sobre todo a partir de la hora de juego. En ese tramo los citizens deberían controlar la posesión de balón al más puro estilo Guardiola. Controlar el balón en la zona de la medular es clave para poder manejar los tempos del partido y que no te puedan dar un susto a la contra cuando vas por delante. Sin embargo hoy volvió a ocurrir. El City fue incapaz de controlar el balón y el ritmo del encuentro, el balón no les duraba lo suficiente y el ritmo aún era demasiado alto. Entonces el City dejó de bailar. Y Mourinho lo aprovechó. Comenzó a acumular hombres por dentro, ya en el descanso dio entrada a Ander Herrera, lo que permitió liberar a Pogba y a Fellaini, que se situó casi de segundo punta junto a Ibrahimovic para sacar tajada del potencial aéreo sobre la defensa citizen, con Otamendi como único estandarte en este aspecto. Esto dificultó mucho la fluidez en el juego del City, que según pasaban los minutos iba quitando delanteros para meter defensas, al contrario que el United, que cada vez acumulaba más gente en el área buscando el remate a través de balones largos y centros laterales, acabando con defensa de tres. Un guión de partido muy diferente al que se le suele atribuir a Guardiola y Mourinho, pero que derivó en un encuentro muy entretenido y con muchas alternativas.

          El City ha dado el primer golpe sobre la mesa en esta Premier League, mostrando que su poderío ofensivo es abrumador, pero contando también con debilidades atrás. Veremos si con la vuelta de Kompany y la llegada de Gündogan Pep consigue controlar más los partidos, acompañando a Fernandinho y ser más sólido en parcela defensiva, sobre todo en el plano aéreo. Por ahora es vulnerable, pero aun con ello sigue sin conocer otra cosa que la victoria desde el desembarco de Guardiola en Manchester.

jueves, 30 de junio de 2016

Previa Polonia - Portugal

      Polonia y Portugal se enfrentan en la noche de hoy en el Velodrome de Marsella inaugurando los cuartos de final de esta Euro 2016. Ambos llegan a esta ronda tras superar sus encuentros de octavos de manera muy sufrida. Los polacos tuvieron que llegar hasta la tanda de penaltis tras uno de los goles del torneo, obra de Shaqiri. Sin embargo la identidad de los centroeuropeos sigue quedando muy clara, como lleva siendo desde el primer partido. Un 1-4-4-2 claro sobre el campo con un repliegue muy productivo y eficaz y con una transición defensa-ataque muy rápida por bandas y que supone la principal arma de peligro del equipo, siendo la principal característica que preocupa a Fernando Santos, como ya destacó en rueda de prensa. Los lusos deberán tener mucho cuidado con las contras polacas si quiere seguir con opciones en este partido, y en el torneo. Polonia se ha venido mostrando muy sólida en defensa, con Pazdan, Glik y Krychowiak como estandartes en estas labores, además de la ayuda tanto de Blaszczykowski como de Grosicki a sus laterales, convirtiendo la fase defensiva polaca en un 1-4-5-1 con Milik más retrasado tratando de cortar líneas de pase en la primera presión que realiza Lewandowkski. Sin embargo el principal quebradero de cabeza de Nawalka es la falta de pegada de su combinado. Independientemente del rival el plan ha sido el mismo y se puede decir que hasta ahora ha funcionado, pero podría haber sido mucho más efectivo si sus dos puntas hubieran estado más acertados de cara a puerta.
Tanto el delantero del Bayern como el del Ajax no suelen tener problemas con el gol en sus clubes, sin embargo en esta Eurocopa están teniendo muchas dificultades en su finalización, algo que complica el trabajo de los polacos, ya que forman una dupla muy potente en punta, causando problemas a la defensa rival con unos pocos movimientos, con Lewandowski fijando más a los centrales y un Milik más móvil que ataca a los espacios. Si activan su capacidad goleadora serán piezas clave a la hora de decidir en partidos tan importantes como los que restan, siendo el complemento perfecto al buen trabajo de sus bandas Blaszczykowski y Grosicki.

      Los portugueses sin embargo no forman un combinado tan reconocible como el polaco. Ha mostrado su faceta más dominante de juego en tres cuartos en partidos como el que se enfrentó a Austria o a Islandia, pero también demostró su capacidad para jugar un partido mucho más ordenado y táctico con un trabajo defensivo correcto y de buena contención como ocurrió en el partido de octavos ante Croacia. Lo cierto es que a Portugal también tiene problemas en deficinición, ya que, a pesar de que Nani está cumpliendo bien sus funciones en una posición de falso nueve, no están siendo todo lo resolutivos que deberían, y es que esto es lo que les ha impedido haber ganado ni un sólo encuentro en los noventa minutos en todo lo que va de Eurocopa. Llega a estos cuartos de final con todo empates en su casillero, con una clasificación en grupos agónica en un loco partido contra Hungría, el único en el que hasta ahora ha sido capaz de marcar su estrella Cristiano Ronaldo. Ante Croacia planteó un partido tácticamente perfecto, anulando por completo a Modric con el marcaje individual de Adrien Silva, que podría repetir hoy, aunque Polonia no tenga un jugador del perfil de Luka ni le interese mantener una posesión prolongada ni potenciar su juego interior, pero el buen papel del jugador del Sporting CP puede permitirle repetir en el once del que es bastante probable que se caiga André Gomes por problemas físicos. Esto abre la duda. Mucha gente pide la irrupción ya en el once del joven fichaje del Bayern Renato Sanches para ver de qué es capaz el joven exlisboeta. Los pocos minutos que disputó dejó constancia de su potencia y verticalidad con el balón en conducción, así como de su portentoso físico, aunque se le notó ansioso por participar y cubrir campo, lo que le hacía llegar tarde en numerosas ocasiones y estar fuera de lugar, por lo que a un entrenador tan amante del orden y posicionamiento táctico como Fernando Santos puede suponer un problema alinearlo de inicio pudiendo aprovechar esa supremacía física del portugués en los minutos finales como hasta ahora, cuando el rival está más cansado. Sea como fuere, el esquema portugués no tendrá muchas variantes según juegue André, Renato o Quaresma de inicio, ya que el plan será más parecido al del partido ante Austria, con más dominio en tres cuartos intentando abrir el sistema defensivo polaco, aunque con mucha más dificultad que ante los austriacos. Si tardan mucho en batir la portería de Fabianski, los minutos pueden jugar en su contra, ya que deberán estar muy centrados durante los noventa minutos para frenar las contras polacas y también su verticalidad por bandas. Partido parejo que se decidirá por aquel equipo que consiga dejar de lado su falta de puntería durante este torneo.

Apercibidos de sanción:
Polonia: Grosicki, Mączyński, Peszko, Piszczek, Pazdan y Jędrzejczyk.
Portugal: William Carvalho, Pepe y Quaresma.

Posibles alineaciones del Polonia - Portugal

miércoles, 22 de junio de 2016

Previa Italia - Irlanda

     En el encuentro de hoy a las 21 horas en en Stade Pierre Mauroy de Lille se enfrentarán dos selecciones con necesidades totalmente opuestas. Para Italia este partido es un mero trámite donde experimentar y dar minutos y rodar al equipo con los jugadores menos habituales. Y es que los italianos ya están clasificados como primeros de grupo hagan lo que hagan. La única selección que puede alcanzarle en puntos es la de Bélgica, pero al haberlos derrotado en la primera jornada es imposible que los belgas los puedan adelantar. Conte ya avisó de que habrá muchos cambios, "entre 7 y 9", por lo que el único aliciente para los jugadores que alinee el futuro técnico del Chelsea sobre el campo será el de reivinidicarse y sembrar de dudas al técnico de cara a las rondas posteriores de la competición. Aun así la falta de objetivos e incentivos claros para su selección hace pensar que Italia no jugará este partido con el mismo nivel de exigencia que jugaría cualquier otro partido en este torneo, pero esto no quiere decir nada definitivo. Ya pudimos ver cómo una ya eliminada Ucrania con algunos cambios le complicaba la vida a una selección polaca que se jugaba poder alcanzar la primera plaza del grupo. Así que podemos esperar que Italia no juegue con la tensión de un partido donde se jueguen todo, como hará la propia Irlanda, y que el grueso del equipo estará formado por jugadores con pocos o ningún minuto durante este torneo que pondrá a prueba la cohesión del grupo, pero nunca un equipo tan competitivo como el italiano va a regalar nada.

    Irlanda por lo tanto no tendrá que caer en la relajación de creer que si se pone por delante en el marcador el trabajo estará prácticamente hecho. Los irlandeses deberán jugar a su mejor nivel, ya que sólo le vale la victoria. Puede ser tercera con un empate, pero sumando sólo dos puntos, lo que le dejaría por debajo del resto de terceras que se han dado hasta ahora, quedando por tanto eliminada. Sólo los tres puntos le permitirían adelantar a los belgas o, si estos no pierden, asegurarse una plaza en octavos a través de la tercera posición. Es por esta necesidad que los irlandeses tendrán que cambiar su guión habitual durante estos partidos de grupos y de fase de clasificación, y es que tendrán que estar más activos en ataque sin estar tan pendientes de defender en bloque y atacar en base a las contras. Para ello será fundamental el rendimiento ofensivo de sus laterales Brady y Coleman así como de las llegadas de McCarthy y de la creatividad y producción ofensiva de Hoolahan, el que posiblemente sea el mejor jugador irlandés en lo que va de torneo. Irlanda deberá tratar de marcar lo antes posible para que la ansiedad del paso de minutos le afecte hasta el punto de perjudicarles y acabar encajando. Los irlandeses deberán llevar la batuta del encuentro y sacar el máximo a su potencial ofensivo, sólo así tendrá opciones de lograr una soñada clasificación a octavos. En la grada tendrán a miles de irlandeses que están llenando de color y diversión las calles francesas, apoyo no les va a faltar para conseguir la machada ante una grande.

Posibles alineaciones del Italia - Irlanda