La nueva e inesperada aventura de Pep.

Munich, Baviera. Alemania. El duro invierno alemán hace mella en aquellas personas que, caminando por sus augustas calles, aprecian en el ambiente una cuna de cultura única. Piensan y reflexionan mientras se agudiza el frío que puebla el paisaje de blancas capas de nieve, recordándoles aquellas navidades en las cuales esperan ilusionados la llegada de los Reyes Magos. Este año y como sorpresa, a pesar de que su historia se corresponde con creces con lo que su ciudad representa, un último regalo esperaba para ser abierto. El Bayern de Munich ha anunciado a Pep Guardiola como nuevo técnico del conjunto bávaro a partir de Julio de este año.

Todo el mundo daba por hecho que Guardiola elegiría la Premier League como primera experiencia en el extranjero, por todo lo que esta competición significa, a nivel de interés y competitividad. Pep nos sorprende  una vez más. La Bundesliga es la competición mejor estructurada del momento, posee estadios modernos, y los hinchas son el bien más preciado de los clubes, que hacen todo lo posible porque se sientan cómodos y atendidos. El Bayern, con una gloriosa historia a sus espaldas, es un club modélico, tiene unas instalaciones al alcance de muy pocos, una cantera que alimenta no solo al primer equipo, sino a todo el panorama alemán, y su política de fichajes es clara: no se debe gastar más de lo que se ingrese. En este sentido, la llegada de Pep a la Bundesliga reactiva un producto que gracias a todo lo comentado anteriormente, está creciendo a pasos agigantados.

Guardiola sabe lo que se espera de él. Sabe lo que es rozar la excelencia con la punta de los dedos. Pero es inteligente. Comprende que el juego de aquel histórico Barcelona será imposible de imitar, nunca dispondrá de tal talento para dominar, para bailar con el balón, esconderlo y enseñarlo en el fondo de la red. Busquets, Iniesta o Messi son productos únicos, joyas de quilates desorbitados que no volverán a verse. Por ello, su aventura, aunque parezca a priori sencilla, no lo será. Llega a un club obligado a ganar. Él mismo sabe que tendrá que pagar en su carrera como entrenador con el peaje que supone haber sido el director de tan espectacular obra. El Bayern tiene unas fuertes convicciones, y eso a Guardiola le gusta, es hombre de ideas claras. Nunca se ha caracterizado por ser un club extremadamente estético ni simpático, pero Pep puede acabar con esa visión, ser un punto de inflexión.

Las expectativas son muy altas, pero no debemos confundirnos y mirar a este Bayern como al Barcelona. La plantilla alemana posee jugadores de gran calidad, y Guardiola tendrá que adaptarse a ellos para lograr imponer una filosofía que case con ellos. Todo el mundo está deseando ver de qué es capaz este Bayern. Tiene en Schweinsteiger a su jugador contextual. Jugador capaz de darle velocidad al juego de su equipo, de marcar una idea. Al Bayern le encanta correr, tener espacio. Tiene jugadores de gran ritmo y último pase, desborde y gol. En posicional tampoco se manejan mal, es un equipo con recursos, con los movimientos fuera-dentro de Muller, el desborde de Ribery o el apoyo de Kroos. Cuando no tienen el balón sufren, sobre todo en transición ataque-defensa, por la falta de talento defensivo de su pareja de centrales. Existen múltiples preguntas acerca de cómo va a jugar el equipo, y el nivel de jerarquía e importancia de algunas de sus piezas. ¿Qué posición sería la ideal para Javi Martínez?¿Será Luiz Gustavo una figura con el mismo rol que Sergio Busquets?¿Podrá Pep volver a recuperar la mejor versión de Robben o será un elemento nocivo para el funcionamiento del equipo como viene siendo en los últimos meses? Todo el mundo está expectante, impacientado porque llegue el momento. Tranquilos, el balón rodará, dictará sentencia. Nada mejor que un balón para ver de qué es capaz Pep en este, su nuevo reto, en el equipo más grande del fútbol alemán.

@CarlosGarcia09